Badajoz

Fernando Díaz (1524-1538), el primer maestro documentado, organizó la capilla polifónica. Responsable de la vida musical en la catedral, su misión, al igual que la de sus sucesores, quedó fijada en el siguiente acuerdo capitular del 21 de julio de 1529: “Le señalaron de salario por un año 35.000 maravedíes, los cuales le sean pagados por sus tercios y que sea obligado a venir a maitines y cantar a ellos cuando viniere el Cabildo y cantar todas las fiestas ansí las vísperas como a las mismas y enseñar canto de órgano a los mozos de coro y clerizones y capellanes de la dicha iglesia y dar cada día dos lecciones y cantar en la dicha iglesia, y que si algun beneficiado quisiere cantar canto de órgano, que sea obligado a lo enseñar y que sea obligado a enseñar a los beneficiados que quisieren aprender y capellanes y mozos de coro que tengan habilidad para ello canto llano e canto de órgano y contrapunto y componer”. Fueron MC de esta catedral: Luis de Quiñones (1538-45 y 1561-85), quien durante sus dos mandatos mantuvo estrechas relaciones con los músicos de la corte ducal de Vilaviçosa (Portugal) y amplió la plantilla de cantores hasta quince, sin contar los niños de coro; Juan Vázquez, natural de Badajoz y uno de los genios de la polifonía española, sirvió como cantor y sochantre en la catedral de su ciudad (1530-38) y más tarde como MC (1545-50), radicándose definitivamente en Sevilla al servicio de la nobleza andaluza; Bruxell (1550-51), flamenco, que se mantuvo en el cargo tan sólo un año; Juan de Cepos, valenciano, que fue nombrado por el Cabildo (7-VIII-1551), pero no llegó a tomar posesión del cargo; Antonio Ortiz, vallisoletano que permaneció apenas unos días en Badajoz; Téllez (1553-56); Fortunio Ibáñez (1556-59), que acrecentó el número de los cantores, sucediéndole en el bienio 1559-61 el talaverano Andrés López en calidad de interino hasta el retorno de Luis de Quiñones, que en su segundo magisterio dirigió el facistol pacense desde 1561 hasta su muerte en 1585, volviendo Andrés López a cubrir la vacante interinamente; Cristóbal de Medrano (1586-97), oriundo de Sevilla, quien fue a Badajoz desde la ciudad de Llerena, donde trabajó al servicio del Ayuntamiento y de la parroquia de Nuestra Señora de la Granada, y Esteban de Brito (1596-1613), portugués, natural de Serpa, figura destacada de la escuela contrapuntística evorense, compositor de abundante polifonía litúrgica y de villancicos, introdujo en Badajoz la técnica policoral y la música de arpa, siendo el pionero de la nueva estética prebarroca (manierista) que más tarde seguiría cultivando en la catedral de Málaga hasta su muerte en 1641. Exceptuando a Juan Vázquez y al portugués Esteban de Brito, de los restantes maestros citados no se conoce muestra alguna de su labor creativa, lo que impide valorar su categoría músical.