Introducción Virtuoso indiscutible de la gaita gallega y la flauta de pico, Núñez ha dedicado su carrera a trazar puentes invisibles entre culturas, demostrando que la música celta no es un vestigio arqueológico de las islas Británicas, sino un "esperanto" atlántico vivo y vibrante. Su trayectoria combina la intuición del músico de raíz, que aprendió en las "romerías" y fiestas populares, con el rigor académico de un concertista clásico graduado con honores, lo que le ha permitido llevar la gaita desde las tabernas de Galicia hasta templos como el Carnegie Hall de Nueva York o el Musikverein de Viena.