Encargo de la ópera A finales de 1786, Mozart aceptó la invitación del matrimonio Duschek –Frantisek, compositor, y Josefa, cantante– para asistir en Praga a alguna de las representaciones de su ópera Le nozze di Figaro, estrenada en mayo en Viena, que tanto éxito estaba teniendo. Llegó a la ciudad el 11 de enero de 1787 y se quedó aproximadamente unas cuatro semanas, período en el que acudió a una representación el 17 de enero y dirigió otra el día 20, y estrenó una sinfonía escrita para la ocasión, la K. 504 en re menor, llamada Praga. Antes de abandonar la ciudad, Bondini, el empresario del teatro donde se representaba la obra, le encargó la composición de una nueva ópera que debía estrenarse en otoño y por cuyo trabajo recibiría los honorarios habituales, 100 ducados. Mozart regresó a Viena y dejó en manos de Da Ponte, con el que había trabajado en Le nozze di Figaro, la elección del argumento. Éste eligió el mito de Don Juan, el libertino que subvierte leyes humanas y divinas y seduce a mujeres por una inexorable sed de conquista.