La riqueza musical del pueblo húngaro Esta riqueza proviene en primer lugar de la situación geográfica y étnica del país. Las tribus magiares han sabido conservar la escala arcaica en cinco tonos (pentatónica) así como los ornamentos melódicos y rítmicos que la acompañaban. Por la estabilidad de la estructura social, una tradición oral ha permitido a un buen número de formas arcaicas resistir al tiempo, al mismo tiempo que se enriquecían del contacto con Occidente: cantos fúnebres (siratoenek) -originalmente comunes a los pueblos del Ost y del Volga (tártaros, turcos de Anatolia, buriatos y kalmuks)-, estribillos, danzas campesinas, cantos de guerra, cuya sustancia no debe nada a la evangelización y al contexto urbano.