Término acuñado a finales del Renacimiento en Italia para designar una música compuesta específicamente para un grupo de instrumentos que, según el sentido etimológico, «suenan juntos». Con el desarrollo de la música instrumental, la sinfonía constituye la primera pieza, como un preludio, en una suite de danzas. Johann Sebastian Bach lo recuerda con la sinfonía inicial de la Partita en do menor (BWV 826). Con la forma de una pieza breve sin definición precisa, la sinfonía podía servir de obertura de ópera, de pieza descriptiva (batalla, escena de sueño, entrada de personajes importantes, etc.), preceder las secciones de una misa concertante y las partes de un oratorio o situarse al frente de una cantata da chiesa. Contrariamente al ritornelo, no suele repetirse y no posee un papel formal. A finales del siglo XVII, la sinfonía evoluciona hacia la obertura a la italiana, generalmente de estilo brillante y caracterizada por sus tres movimientos: vivo-lento-vivo (un...